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Los Trámites y la Distribución de Herencias Intestadas

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Cuando una persona fallece sin haber dejado testamento, se dice que la herencia es intestada. 

Esto significa que la distribución de los bienes y derechos del fallecido se realiza según las leyes de sucesión intestada, que establecen un orden de parentesco y reglas específicas para la repartición de la herencia. 

Para los herederos, este proceso puede ser complejo, ya que incluye una serie de trámites legales y administrativos necesarios para formalizar la sucesión y evitar conflictos.

En esta guía, abordaremos los pasos necesarios para gestionar una herencia intestada, desde la identificación de los herederos hasta la distribución de los bienes. 

También exploraremos las leyes de sucesión intestada en España, los documentos requeridos y los derechos de cada heredero.

Qué es una herencia intestada

Definición de herencia intestada

Una herencia intestada ocurre cuando una persona fallece sin dejar testamento, o si el testamento existente es inválido o no abarca la totalidad de los bienes del fallecido. 

En estos casos, la ley establece cómo debe distribuirse el patrimonio y quiénes tienen derecho a recibirlo.

 La sucesión intestada es regulada por el Código Civil español, que define un orden de preferencia para los herederos según el grado de parentesco.

Importancia de la sucesión intestada

La sucesión intestada garantiza que el patrimonio de una persona fallecida pase a sus familiares más cercanos en ausencia de voluntad expresa. 

Este proceso protege los derechos de los herederos y asegura que los bienes se distribuyan de forma equitativa según lo establecido por la ley. 

Para los herederos, es esencial comprender el proceso y cumplir con los trámites requeridos para formalizar la herencia y evitar conflictos o problemas legales.

Quiénes son los herederos en una herencia intestada

Orden de sucesión intestada en España

El Código Civil establece un orden de sucesión intestada para determinar quiénes tienen derecho a heredar en ausencia de testamento. Este orden es el siguiente:

  1. Descendientes: Los hijos y sus descendientes son los primeros en heredar. La herencia se divide en partes iguales entre los hijos, y si uno de ellos ha fallecido, su parte se transmite a sus propios descendientes.
  2. Ascendientes: Si no hay descendientes, los padres y abuelos tienen derecho a heredar. En este caso, los padres suelen heredar a partes iguales, y si solo queda uno, hereda la totalidad.
  3. Cónyuge sobreviviente: El cónyuge tiene derecho a heredar si no existen descendientes ni ascendientes. Además, si hay descendientes, el cónyuge tiene derecho a usufructo de una parte de la herencia, que varía según el número de descendientes.
  4. Hermanos y sobrinos: Si no existen descendientes, ascendientes o cónyuge, los hermanos del fallecido y, en su caso, los sobrinos heredan en partes iguales.
  5. Otros familiares colaterales: En ausencia de los herederos anteriores, los parientes colaterales más lejanos, como tíos y primos, pueden heredar.
  6. El Estado: Si no existen herederos, los bienes pasan al Estado, que debe destinar los bienes a fines sociales y benéficos.

Derechos del cónyuge en la sucesión intestada

El cónyuge sobreviviente tiene derechos específicos en la sucesión intestada, dependiendo de la existencia de otros herederos. Si existen descendientes, el cónyuge tiene derecho al usufructo de una tercera parte de la herencia. 

En caso de que existan ascendientes pero no descendientes, el usufructo se extiende a la mitad de la herencia. Si no hay descendientes ni ascendientes, el cónyuge hereda la totalidad.

5 Pasos para gestionar una herencia intestada

Paso 1: Obtención del Certificado de Últimas Voluntades

El primer paso para tramitar una herencia intestada es obtener el Certificado de Últimas Voluntades, que confirma si el fallecido dejó un testamento. 

Este certificado se puede solicitar en el Ministerio de Justicia, generalmente pasados quince días del fallecimiento. Si el certificado confirma que no existe testamento, se procede con la sucesión intestada.

Paso 2: Certificado de defunción y otros documentos necesarios

Además del Certificado de Últimas Voluntades, es necesario obtener el certificado de defunción, que acredita oficialmente el fallecimiento. 

Otros documentos que pueden ser requeridos incluyen el libro de familia y documentos que prueben la relación de parentesco con el fallecido, como partidas de nacimiento y de matrimonio.

Paso 3: Declaración de herederos

La declaración de herederos es un trámite obligatorio en una herencia intestada y se realiza ante un notario. Esta declaración identifica formalmente a los herederos según el orden de sucesión intestada establecido por la ley. 

Para hacer la declaración de herederos, es necesario presentar:

  • El certificado de defunción.
  • El Certificado de Últimas Voluntades.
  • El libro de familia y otros documentos que demuestren el parentesco.
  • Dos testigos que puedan certificar la relación familiar y la falta de testamento.

Una vez realizada la declaración, el notario emite un acta en la que se reconoce quiénes son los herederos legales del fallecido.

Paso 4: Inventario de bienes y valoración del patrimonio

Una vez identificados los herederos, se realiza un inventario de los bienes y deudas del fallecido. Este inventario es fundamental para determinar la masa hereditaria, es decir, el valor total de la herencia. 

Es recomendable hacer una valoración precisa de los bienes, ya que esto permitirá calcular correctamente los impuestos y repartir la herencia de forma equitativa entre los herederos.

Paso 5: Aceptación o renuncia de la herencia

Cada heredero tiene el derecho de aceptar o renunciar a la herencia. La aceptación puede ser pura y simple, donde el heredero asume tanto los bienes como las deudas, o a beneficio de inventario, lo cual limita la responsabilidad del heredero a los bienes heredados y evita que las deudas excedan el patrimonio recibido. 

En caso de renuncia, el heredero debe realizar una declaración formal ante notario.

Distribución de bienes en una herencia intestada

Distribución de bienes entre herederos directos

Cuando existen varios herederos, los bienes se dividen en función del grado de parentesco. En el caso de descendientes, la herencia se divide en partes iguales entre los hijos, y los nietos heredan en lugar de sus padres si estos han fallecido. 

Si no hay descendientes y heredan los padres, la distribución suele ser equitativa entre ellos.

Derechos del cónyuge sobre la vivienda

El cónyuge sobreviviente tiene derechos sobre la vivienda familiar en la mayoría de los casos. Si heredan también los descendientes, el cónyuge suele conservar el usufructo de la vivienda familiar, lo cual le permite vivir en ella aunque no sea el propietario total. 

Este derecho de usufructo está protegido legalmente para asegurar que el cónyuge no se vea desamparado.

Distribución de bienes inmuebles y bienes muebles

Los bienes inmuebles, como propiedades y terrenos, suelen dividirse mediante acuerdo entre los herederos, o, si no es posible, pueden venderse para repartir el valor de manera equitativa. 

Los bienes muebles y otros activos, como cuentas bancarias y vehículos, también se reparten entre los herederos de acuerdo con el valor asignado en el inventario.

Obligaciones fiscales en una herencia intestada

Pago del Impuesto de Sucesiones

Los herederos deben presentar y liquidar el Impuesto de Sucesiones, que varía según la comunidad autónoma y el grado de parentesco. 

Los descendientes y el cónyuge pueden beneficiarse de reducciones importantes en algunas regiones, mientras que los herederos más lejanos suelen afrontar una carga fiscal más elevada.

Plusvalía municipal o Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU)

Si la herencia incluye bienes inmuebles, los herederos también deben abonar la plusvalía municipal, que grava el incremento de valor de los terrenos desde la última transmisión. 

Este impuesto se paga en el ayuntamiento correspondiente y varía según el valor catastral de la propiedad y el tiempo que ha estado en posesión del fallecido.

Conclusión

Gestionar una herencia intestada implica cumplir con una serie de trámites y requisitos legales para asegurar que los bienes del fallecido se distribuyan de acuerdo con la ley. 

Desde la obtención del Certificado de Últimas Voluntades hasta la declaración de herederos y el pago de impuestos, cada paso es fundamental para formalizar la herencia y proteger los derechos de cada heredero.

Conocer el proceso y las obligaciones legales permite a los herederos afrontar la sucesión intestada de manera ordenada y evitar conflictos innecesarios. 

Preguntas frecuentes

¿Qué ocurre si hay conflicto entre los herederos en la distribución de los bienes?

En caso de conflicto, los herederos pueden intentar llegar a un acuerdo con la ayuda de un mediador o abogado. Si no es posible, pueden solicitar la partición judicial de la herencia, donde un juez tomará las decisiones sobre la distribución de los bienes.

¿Es obligatorio hacer una declaración de herederos?

Sí, la declaración de herederos es un trámite obligatorio para identificar a los herederos en una sucesión intestada. Sin esta declaración, no se puede proceder con la repartición de bienes ni cumplir con las obligaciones fiscales.

¿Cómo se realiza la aceptación de una herencia intestada?

La aceptación de una herencia se realiza mediante un acta notarial o escritura pública. El heredero puede aceptar pura y simplemente o a beneficio de inventario. En caso de renuncia, esta también debe formalizarse ante notario.

¿Dónde se paga el Impuesto de Sucesiones en una herencia intestada?

El Impuesto de Sucesiones se paga en la comunidad autónoma donde residía el fallecido. Es importante consultar la normativa específica de la región para conocer los plazos, las reducciones aplicables y el tipo impositivo.

¿Puedo renunciar a una herencia si tiene deudas?

Sí, cualquier heredero tiene derecho a renunciar a la herencia, especialmente si esta incluye deudas que superan el valor de los bienes. También es posible aceptarla a beneficio de inventario, para evitar responder con el propio patrimonio de las deudas.

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