Después del fallecimiento de Doña Rosa, la familia Martínez se encuentra ante una disputa por la herencia.
Con la partida de Doña Rosa, surge la cuestión de la herencia. Todos los hijos y nietos se encuentran ante la posibilidad de aceptar o rechazar lo que les corresponde. Sin embargo, uno de los nietos, Pablo, está indeciso. Siente el peso de la responsabilidad y las complicaciones que podrían surgir al aceptar la herencia sin conocer totalmente su alcance.
Pablo está en una situación difícil tanto emocional como legalmente. Aunque tiene derecho a heredar, duda sobre cómo proceder. ¿Aceptar la herencia sin condiciones? ¿Optar por una aceptación a beneficio de inventario para protegerse de posibles deudas ocultas en el caudal hereditario? O tal vez, ¿rechazar por completo la herencia y evitar complicaciones futuras?
Recordemos que, las personas llamadas a heredar pueden llevar a cabo una de estas tres acciones:
- Aceptar la herencia.
- Realizar una aceptación a beneficio de inventario.
- Repudiar o rechazar la herencia.
A medida que la familia Martínez reflexiona sobre sus opciones, se encuentran frente a un nuevo desafío. La reticencia de algunos herederos, como Pablo, a aceptar o rechazar la herencia, sumerge a todos en un estado de incertidumbre legal conocido como herencia yacente.
Ante esta dificultad, la familia Martínez decide buscar una solución. Recurren a un notario, quien les explica la posibilidad de utilizar el artículo 1005 del Código Civil para instar a los herederos renuentes a tomar una decisión en un plazo determinado.
“Cualquier interesado que acredite su interés en que el heredero acepte o repudie la herencia podrá acudir al Notario para que éste comunique al llamado que tiene un plazo de treinta días naturales para aceptar pura o simplemente, o a beneficio de inventario, o repudiar la herencia. El Notario le indicará, además, que si no manifestare su voluntad en dicho plazo se entenderá aceptada la herencia pura y simplemente.”
Con esta información, la familia Martínez solicita al notario que notifique a los herederos indecisos sobre la necesidad de aceptar o rechazar la herencia en un plazo definido. Esta acción, aunque difícil, es crucial para desbloquear la situación y avanzar en el proceso de distribución de la herencia.
Esta historia ejemplifica que aceptar una herencia conlleva decisiones significativas que pueden impactar a terceros. Al buscar asesoramiento legal, la familia logra resolver sus problemas y resguardar sus intereses a largo plazo.
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